"No creo en el arte por el arte. El arte debe confrontar"
"My Name is Vagina"es una propuesta de la artista ecuatoriana que trabaja con el tema de la identidad femenina en el cuerpo. Su obra abarca diferentes medios artísticos.
"Antes que mi nombre el ser mujer me define. Soy mi cuerpo y sus partes. Soy mi vagina. Lugar de fortalezas, de placer, de belleza, de ira.
Qué es ser mujer- me pregunté.
He buscado las respuestas en la intimidad, de ahí de la indagación personal, nacen estas piezas.
En todas las etapas de mi vida y en cualquier circunstancia, Soy una mujer..como cualquier otra mujer."
Andrea Zambrano
Andrea Zambrano: "My Name is Vagina"
Feminismo en el Arte Plástico
Andrea Zambrano decidió que no quería hacer "el arte por el arte". Su obra sería una respuesta a manera de crítica social sobre algo que la incomodara, debía ser un arte comprometido y en ese proceso el feminismo se fue colando por la ventana de su producción artística, desde el inicio. Se había puesto a pensar, durante sus estudios de arte en México, que ninguno de los grandes artistas admirados por ella eran mujeres. "Las mujeres estaban ausentes en el arte" . Quiso entonces que arte vaya hablando desde la noción de identidad femenina.
Por qué ser feminista?
El feminismo permite cambiar las relaciones de poder.Creo que es una posición política necesaria porque es desde el lugar desde donde podemos aportar como mujeres a una lucha política y social.
¿Se podría decir que tu arte es feminista?
Sí, porque yo planteo una cuestión política y de activismo. Yo no creo en un arte por el arte de la contemplación, creo en algo que confronte. Además se tiene que desmitificar el "genio artista creador". Hay formas más horizontales para trabajar con la gente.
Cual es la importancia del arte en la lucha femiista?
Al ponerte en la posición de creadora es ya un acto potente, porque te permite cuestionar la historia del arte. Se trata también de poner en las acciones artísticas nuevas formas de ver que no sean esa mirada masculina; es una propia perspectiva.
Sobre "My Name is Vagina"
En esa tensión de saber qué mismo soy surge la pregunta de cómo me defino como mujer y uno de estos lugares era la vagina. También fue mostrar a la vagina como un lugar no nombrado en nuestra sociedad, un lugar desde donde se puede poner en tensión algunos imaginarios sociales sobre lo tabú. Es también el lugar de opresión femenina y el control que el Estado puede tener sobre tu sexualidad.
¿Como llevar eso al arte?
Trabajé varios medios y técnicas. Cuando ya tenía varias, piezas sentí que las unía la idea del cuerpo y el lugar común que era la vagina. Hicimos, también, un "performance" que servía para interpelar a la gente que iba.
Sobre la obra "Calzones parlantes"
Fueron talleres artísticos y de discusión sobre problemas que podrían darse en las mujeres y cómo solucionarlos. Trabajé con mujeres de la "Lavandería de la Venecia", al Sur. Ese lugar es de encuentro de mujeres y ahí se cuentan muchas cosas. Las mujeres que participaron eran personas que dedicaban mucho tiempo al cuidado de otras personas y no se pensaban a sí mismas. Utilizamos los calzones para intervenirlos artísticamente con frases que surgían de las reflexiones de cada una.