Lady Gaga dijo ser la “hija de la diversidad”, defensora de la comunidad LGBTI, a quienes considera los “revolucionarios del amor”. Entre el performance mediático y la puesta en escena, la artista EEUU ha unido su formación académica en teoría de género, teoría queer, raza y sexualidad, teatro y estudios de performance, con la industria musical. Para la periodista y feminista queer Patricia Flores, Lady Gaga logra “desnaturalizar la violencia e interperlar la homofobia, a través de la provocación performativa en sus puesta en escena”.

 

Mucho se ha dicho de Gaga, quien ha pasado a ocupar también los espacios de discusión académica, donde la ven como un ícono pop que consigue poner en escena cuestiones como la ambigüedad sexo-genérica, la violencia y el cuerpo femenino.

 

En el libro titulado “Gaga Feminism”, Jack Halberstam, teórico de género y catedrático estadounidense, explica que nos encontramos en la época gaga, donde el feminismo ha dejado de ser “cliché, donde las mujeres ya no luchan por la independencia frente a los hombres sino que  ahora el ser feminista se ha convertido en  improvisación, e innovación”; todo esto escenificado en la figura de Lady Gaga.